Invitados por el Foro Solidario de Córdoba, la Pastoral Social participó de un Encuentro que se realizó durante la mañana del 13 de marzo de 2024 frente a la Catedral de Córdoba y en el mismo hizo una oración y la bendición.
Queridos hermanos jubilados pensionados y retirados:
En primer lugar, desde la Pastoral Social, les agradecemos la invitación para acompañarlos en este día. Como Iglesia de Córdoba queremos estar cerca de ustedes en estos tiempos en que atravesamos circunstancias muy difíciles que ustedes sufren aún más.
Al venir aquí y compartir con ustedes, es imposible no pensar en los adultos mayores que cada uno de nosotros tiene cerca. Todos los que tenemos un abuelo/a, padre/madre jubilado sabemos lo que padecen, porque los vemos todos los días. Ustedes son nuestros padres y abuelos.
¡Cuánto nos enseñaron! Nos dieron un ejemplo de vida; los vimos trabajar, luchar, amar y desvelarse por construir una Patria mejor. Muchos de ustedes vinieron desde muy lejos escapando de la guerra, de la pobreza y dejándolo todo, y con el corazón cargado de incertidumbre y anhelos llegaron a este suelo bendito buscando un sueño para sus familias. Gracias a muchos de ustedes una generación de argentinos tuvo la posibilidad de estudiar, de aprender valores como el trabajo, la solidaridad, el esfuerzo, el amor por la Patria, la fe, la alegría de la mesa compartida el domingo, y tantas cosas más. Tantos de ustedes hoy cuidan a sus nietos con tanto amor y siguen soñando, trabajando y luchando porque es lo que saben hacer y porque gracias a Dios, se ha logrado prolongar la esperanza de vida y eso nos hace bien a todos. Ustedes son muy valiosos; no son un descarte improductivo, son las raíces de un pueblo, el recuerdo vivo de tanta historia y son íconos de esperanza en medio de una sociedad que parece que perdió los sueños y no sabe esperar.
Hoy los acompañamos, los bendecimos y le pedimos a Dios que a ningún adulto mayor le falte el alimento; que a ninguno le falte la comida, y ninguno se tenga que someter a la trágica decisión de elegir entre comer o comprar un medicamento.
En la carta que la Pastoral Social envió a la dirigencia política, fechada el 2 de marzo de 2023, en un párrafo expresábamos:
“Es lamentable y miserable lo que gana un jubilado que trabajó toda su vida. Para muchos de ellos la etapa de “júbilo”, de alegría, se transforma en un calvario. No puede ser que estos hermanos nuestros tengan que padecer tanto. Muchas veces son excluidos. Es una crueldad y es inmoral hacer recortes presupuestarios en salud, en educación, en el sistema jubilatorio y en las políticas que atienden las necesidades de la discapacidad. Se debe achicar el gasto público, sobre todo el que paga “militancia” y no gestión, pero jamás “cortar el hilo por lo más delgado”. No nos cansaremos de reiterar: ¡Vale toda vida!”
El papa Francisco con toda claridad se expresó: “Un anciano tiene que tomar medicamentos y si, para ahorrar dinero o por tal o cual razón, no se los dan, se trata de una eutanasia encubierta y progresiva. Tenemos que decir esto. Toda persona tiene derecho a la medicina. Y muchas veces -pienso en otros países, en Italia no sé mucho de esto, en otros países sí- los ancianos tienen que tomar cuatro o cinco medicinas y sólo consiguen dos: esto es una eutanasia progresiva, porque no se les da lo que necesitan para curarse.
Queridos jubilados: Rezamos por ustedes, los acompañamos, los bendecimos y a cada jubilado que nos escucha, les enviamos la bendición de Dios. Que Dios los bendiga, les de fuerzas, los sostenga en la lucha justa y los anime en la esperanza. Amén…
Pastoral Social
Arquidiócesis de Córdoba