El trabajo, no es mercancía.
Mensaje Día del Trabajador.
La Iglesia en el Concilio Vaticano II nos dice “Y mientras unos pocos disponen de un poder amplísimo de decisión, muchos carecen de toda iniciativa y de toda responsabilidad, viviendo con frecuencia en condiciones de vida y de trabajo indignas de la persona humana” GS 63.
El trabajo como una parte importantísima e innegable de la dignidad humana, debe ser una política de Estado en todo gobierno. Es por ello que como Iglesia de Córdoba acompañamos todas las iniciativas que impulsen el mantenimiento y la creación de fuentes laborales, y la recuperación y profundización de la cultura del trabajo.
La escasez o falta de trabajo ocasiona que el mismo sea tratado como una mercancía, que puede comprarse y venderse libremente en el mercado y cuyo precio es regulado por la ley de la oferta y de la demanda, sin tener en cuenta el mínimo vital necesario para el sustento de la persona y de su familia. Además, el trabajador ni siquiera tiene la seguridad de llegar a vender “su propia fuerza de trabajo”, al estar continuamente amenazado por el desempleo.
El trabajo no puede ni debe ser considerado como un objeto material ya que es una parte fundamental en la realización y dignificación de la persona, y tampoco debe ser considerado un componente más para la maximización de beneficios económicos, perdiendo de vista al ser humano.
Frente a la situación actual, en que existen en nuestra sociedad diferentes posturas, a veces opuestas entre sí, sobre la forma en que se deben regular las relaciones económicas, es importante tomar conciencia de que todos -gobernantes, dirigentes gremiales, trabajadores, empresarios- estamos obligados a buscar un justo equilibrio. Solo mediante la participación responsable de todos en esa búsqueda y el compromiso de los que tienen responsabilidad de tomar estas decisiones, podremos garantizar la continuidad de los puestos de trabajos existentes y lograr ampliarlos de manera constante.
Agradecemos a Dios nuestro Señor por el trabajo cotidiano que posibilita, a tantos hombres y mujeres, llevar el pan de cada día a su mesa.-
PASTORAL SOCIAL ARQUIDIOCESANA.
IGLESIA CATÓLICA EN CÓRDOBA.
Córdoba, 1 de mayo de 2017.-